agosto 05, 2010

jueves 05

Sonrisa tatuada.
discriminación

María nació en tierra de nadie, donde ya no es México pero tampoco se le puede llamar tierra de sueños. Extraoficialmente es “americana”, pero nadie la vio nunca como si lo fuera.

De pequeña jamás consiguió el asiento junto a la ventana en el destartalado golf volkswagen de su padre, pues sus hermanos (ambos niños) mayores tenían mas derechos y antigüedad sobre tan codiciados sitios.

Mientras crecía no recibió ni una invitación a esos cumpleaños en soleados jardines por Barbie, Holly o Stacy… tampoco siguió jugando soccer con los chicos de su colonia cuando comenzó a molestarle ser la última en ser elegida para uno de los equipos en los que sus hermanos eran capitanes.

Siendo mayor aplicó para varias universidades, pero no logro beca alguna y declino. Su destino le guió al sitio similar al de sus padres, como obrera.
Pero la sonrisa no se desdibujo de sus labios ni una sola vez. Ni cuando le era negado el acceso al antro de moda ni cuando tenía que salir de una tienda porque ese diseñador solo hace telas para cuerpos sin curvas latinas.
Siguió sonriente amando la vida y respirar, amando a su amada y su familia, amando el sol en su piel morena y su mano fundida con la de su propia felicidad.

No dejo de sonreír cuando al pasar de vida le fueron cerradas las puertas doradas. No porque ya sabia lo que le esperaba.


historia gris con una sonrisa tatuada en rosa. Las historias que nacen en las ideas, son escalofriantes cuando nos narran algo que sabemos posible.

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