agosto 4.

del SEXO CON SEÑORAS… “y así”

El tiempo no se detuvo como sucede en las películas, no se distorsionaron los colores o el ruido urbano; no hubo un choque cósmico que marcara el segundo exacto del suceso y definitivamente no podría haber sido mas increíble.

A el la frescura de la edad se le nota en la piel canela y la mirada oculta, tras las gafas ahumadas por el sol, se pasea ansiosa por el recién encontrado premio.

A ella se le notan los saberes en las comisuras de la sonrisa que es enmarcada por la melena azabache y con su andar busca un discípulo.

Las mirada castaña se fundió en la jade y ¿Cómo no hacerlo? Si era justo lo que tenia suceder. Si la red había sido lanzada y la presa quería por su boca morir.

Un cruce de palabras y la información ya era de vaivén: que si ella tiene dos hijas o que el aun está en preparatoria; que si ella lleva años en soledad y o que si el siempre a evitado ser el centro de atención… que ella tiene su casa libre pues las niñas están con la abuela… que si el fue suficientemente hábil como para exentar el examen de la ultima hora clase y así tener el resto del día convenientemente libre por igual.

Explosiones de éxtasis a niveles desconocidos le cobijan ahora, sismos rebeldes recorren su piel. Su currículum creció junto con un apetito. No importan cuantos soles hayan bañado los lunares de ella si le llevaron al soberbio uso de las artes de alcoba. Dan igual los surcos que recorren el rostro pues la voz de mando y la certeza de lo que quiere le hacen más perfecta que cualquier Venus.

Pasan los días y ahora el ahora tiene fama, pero no le interesa, “le gustan mayorsitas” dicen entre risas los amigos. Pero el sabe de gozos que ellos no conocerán con alguien inexperto y sonríe sin negar o afirmar nada, sonríe para si y para sus adentros. Esa misma fama le a ganado estatus entre chicas “algo a de tener para que una señora se fije en el”, “tener o hacer” corrige otra. Pero a el sigue sin importarle las habladurías.

Los años siguen y la morena siguió su vida sin saber más de aquel joven, a veces lo recuerda con algo de ternura y sus labios que solían ser carnosos tiemblan en memorias. El ahora es un hombre pero aun sabe que siempre hay algo nuevo por aprender.

Cualquier parecido con la realidad es mera coincidencia ;) lo que la imaginación me dicta

Temas del Proyecto Agosto